Cuando
viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la
sabiduría. Proverbios 11:2
El orgullo del hombre lo humillará, pero el de espíritu
humilde obtendrá honores.
Proverbios
29:23
Definitivamente cada uno de nosotros tenemos un gran valor y este valor es la Sangre de Cristo, por ello tenemos que tener un buen concepto de nosotros mismos, pero ese buen concepto debe ir acompañado de humildad.
No es bueno que nos despreciemos, pero tampoco es bueno tener una valoración excesiva de uno mismo o en pocas palabras “ego”. Una persona con ego es una persona que en su vocabulario solo existe el “yo” y que cree que no hay nadie mejor que el.
Es Evidente que las personas que se dejan llevar por el ego fracasan. En el caminar cristiano el ego no ayuda en nada y lejos de ayudar es un obstáculo mas que saltar, el cristianismo se trata de humildad, de reconocer sus buenas capacidades pero también sus defectos.
Y el hecho de conocer nuestras limitantes nos hace tratar de buscar mas del Señor, en cambio una persona que se cree lo máximo y que no hay nadie como el o ella de excelente, es una persona que difícilmente buscara del Señor, ya que su mismo concepto de el(ella) mismo(a) lo lleva a confiarse en su caminar.
Viéndolo desde el punto de vista espiritual, tenemos que estar preparados en cada momento, mostrando humildad y sometimiento a Dios, reconociendo que cada día necesitamos mas de El y que nuestra vida completa depende de Dios.
Tenemos que mantener nuestro ego siempre bien sujetado, porque por muy bueno que tu seas para desempeñar “x” tarea en la congregación, tienes que mantener la humildad, a lo mejor escucharas muchos comentarios positivos y que te ponen en lo mas alto, pero recuerda siempre que la Gloria es para uno solo, esto es para Jesús, que nunca se te olvide que todo lo que tu eres y has hecho es porque Dios ha estado contigo. La humildad siempre tiene que hacerse presente en todos tus logros.
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